Texto e Imágenes: Jaume Garcia Castro
San Esteban de Litera, 19 de julio de 2014.- Anoche se celebró en San Esteban de Litera la tercera actuación de las programadas para esta población literana dentro de esta segunda edición de Estío Vivo, el festival de teatro al aire libre que lleva las artes escénicas a once poblaciones de toda la provincia de Huesca.
El espectáculo programado era la excelente El hombre cigüeña de los Titiriteros de Binéfar, una obra llena de poética que explica con sencillos trazos expresionistas una pequeña historia, una lección vital pero que es de importancia primordial aprenderla entre todos. Es difícil explicar la sinopsis del espectáculo sin desvelar aspectos importantes de su trama argumental, pero sí que podemos explicar que es una fábula explicada por unos personajes que al final sabremos quiénes son y qué pintan en toda esta historia. Una niña intenta salvar un paraje de la naturaleza de la rapiña y la destrucción de los adultos. Los animales que pueblan ese espacio ayudan a crear esta historia narrada por un hombre-cigüeña.
En esta fábula y en la construcción misma del espectáculo encontramos la magia y el minimalismo habitual de la narrativa de los Titiriteros de Binéfar, pero además también encontramos ecos de Grotowski y su arte pobre y una tradición teatral basada en los hallazgos de los grandes dramaturgos europeos del Siglo XX. Pocas veces los niños llegarán a poder disfrutar de un espectáculo de la calidad y densidad de El hombre cigüeña, no ya en España, sino en toda Europa.
Anoche se pudo disfrutar de esta magnífica obra en el escenario natural del Parque El Prado. Enmarcado por los árboles el escenario era una sencilla extensión de césped a cuyo alrededor se habían montado unas trescientas sillas. Unas trescientas cincuenta personas se acercaron para ver el espectáculo. Parecía el mejor marco posible, una obra que habla de la importancia de conservar los espacios naturales realizada en un espacio natural, pero en este caso el espacio jugó en contra de la dramaturgia. La magia se dispersó por el parque. Si en Los cómicos de la legua ese mismo espacio jugó a favor de los Titiriteros, en esta ocasión jugó en contra, no solo por la evidente dificultad de adaptar un montaje que utiliza muchos títeres que se deslizan por el suelo, algo imposible sobre el césped, sino porque la atención del público se dispersa con elementos externos a la obra, en el caso de ayer la amenazante tormenta. Parece un contrasentido, pero El hombre cigüeña, tal y como está concebida, gana mucho en un espacio cerrado, aun así ayer disfrutamos una vez más de este emocionante montaje.
Acabada la función, con una magnífica actuación de Paco y Eva Paricio y música en directo de Alberto Gambino, mítico componente del dúo Claudina y Alberto Gambino, justo cuando los artistas saludaban, empezó a caer la temida tormenta. Mientras el público salía pitando hacia casa en medio de una cortina de agua, los artistas se apresuraban a desmontar sus delicados equipos técnicos y, en una rápida acción coordinada, algunos vecinos ayudaron a recoger las sillas en un tiempo récord. Final apresurado para tan bello espectáculo que impidió algo que a Paco Paricio le encanta, como es poder hacer un coloquio al final de esta función, tanto para hablar de los títeres utilizados como para hablar de la conservación del medio ambiente. Una lástima.
La siguiente cita con Estío Vivo en San Esteban de Litera será el próximo 10 de agosto.
