Texto e Imagen: Jaume Garcia Castro
Binéfar, 31 de enero de 2015.- Ayer se celebró la ceremonia de entrega de los premios de la decimoctava edición del Concurso de Relato Breve “Villa de Binéfar”, un certamen que llegó así a su mayoría de edad, consolidado ya hace años como uno de los más sólidos de la provincia. Desde hace unas pocas ediciones, la ceremonia de entrega no es un mero acto protocolario, sino que se convierte en una tertulia literaria en la que las ciudadanas y ciudadanos que quieren acercarse pueden participar en una charla con los premiados. La de ayer fue una conversación animada en la que los escritores premiados compartieron anécdotas, vivencias y sensaciones con los aficionados a la lectura.
En esta edición no pudo asistir, como es habitual, el concejal de Cultura de Binéfar, Carlos Corzán, por lo que la presentación del acto, por elevación, le correspondió al alcalde de la población, Agustín Aquilué, quien hizo entrega a los premiados, al final de la tertulia, de sus respectivos galardones, así como una copia de las ediciones impresas de los relatos de anteriores ediciones.
El jurado, en el fallo emitido con el nombre y categoría de los relatos premiados, insistía en la gran calidad de los finalistas, así como que les costó realizar varias votaciones para encontrar la terna ganadora y determinar el orden exacto. El primer premio, dotado con un premio de mil euros, recayó en el relato El diablo que escapó del fogón, escrito por la madrileña Natalia Caballero, quien durante muchos años ha realizado labores de traducción del inglés al castellano de libros sobre cine y fotografía. El jurado quiso destacar la originalidad del texto, así como el trasfondo moral del mismo, en una historia en la que un demonio recorre una pequeña población rural en época de fiestas y, en lugar de sembrar el mal, es el receptor de los males que hemos creado en nuestra sociedad actual, lo cual, según el jurado, plantea en el lector la reflexión «sobre cuán terrible puede llegar a ser nuestro mundo para que, hasta el mismísimo Diablo, prefiera volver al Infierno«. La autora explicó que hacía poco que se había estrenado en el mundo de participar en concursos literarios. De hecho, este es el segundo certamen en el que participa. Ante los espectadores presentes confesó que el relato “es una idea que proviene de otro relato y prácticamente se vomitó sola. La idea fundamental era divertirse, hacer un poco de brainstorming y practicar un poco sobre el papel. […] La idea principal era pasármelo bien, no me interesa para nada explicar cosas sobre mi vida, quiero estar lo más lejos posible, me gusta llevarlo todo a universos imaginarios y seres mitológicos, mundos en los que las leyes de la física no cuentan para nada porque, ya que estamos en este mundo, [en la imaginación] para qué vamos a circunscribirnos a estas leyes. La historia salió sola, yo no hice absolutamente nada”. La idea original arranca sobre la reflexión de Natalia Caballero sobre cómo sería su peor noche y, a partir de ese concepto, desarrolló la historia.
El segundo premio, dotado con setecientos euros, correspondió al relato Un lugar privilegiado en mi memoria, del escritor catalán José Luis García. El jurado destacó la enorme capacidad del autor de transmitir emociones y de condensar gran cantidad de situaciones y personajes en un relato breve, Según el jurado “en apenas quince páginas, José Luis García es capaz de concentrar el argumento de toda una novela, desarrollar una amplia gama de sentimientos y presentarnos una gran variedad de escenarios y personajes con suma profundidad”. García se dedica desde hace años a escribir, sobre todo poesía, disciplina en la que lleva publicados dieciocho libros, pero desde hace poco cultiva también el relato corto. Suele participar habitualmente en concursos literarios y ya ha obtenido varios galardones en ellos. Esos premios le han supuesto el espaldarazo necesario para creer en su capacidad de crear ficciones literarias más allá del campo de la poesía. Su relato explora la relación entre un padre y su hijo que se va tensando, enfriando y distanciando con los años y cómo se transforman los sentimientos y los afectos en el momento en el que el padre fallece y el hijo vuelve para su entierro.
El argentino residente en Benasque Gustavo Isgro obtuvo el tercer premio, dotado con quinientos euros, con su relato El despistado absoluto, una obra que llamó la atención del jurado por reunir “el surrealismo, la ironía, el humor y un léxico extraordinariamente rico, para dar lugar a una interpretación muy esperpéntica del ser humano”. El relato narra la historia de un hombre al que, presuntamente, le roban la puerta de su casa y las situaciones a las que esta situación le exponen. Isgro explicó que su relato es un cuento grotesco que busca hacer reír y reflexionar al mismo tiempo. Isclo vivió una temporada en Binéfar y fue precisamente en esta población en la que aparece la génesis de su relato, “un cuento que es como un chiste largo. A partir del humor trato de proponer una reflexión filosófica”, comentaba en la tertulia. Cultiva también la poesía y sus inquietudes artísticas se extienden a la escultura y la música y es colaborador habitual del Diario del AltoAragón, en su suplemento cultural de los domingos.